Un poco de historia de esta leyenda
Desde antes del inicio de ventas del Mini original en 1959, el fabricante de vehículos de carreras, John Cooper, lo visualizó para desarrollar versiones de alto desempeño para las competencias. El éxito de los vehículos de Cooper en los campeonatos de fabricantes y de pilotos de la Fórmula 1 en 1959 y 1960, fue transferido al pequeño Mini, dando como resultado el Mini Cooper y posteriormente el Mini Cooper S.
Desde entonces, el nombre de Mini se convirtió en sinónimo de triunfo en los rallies y competencias sobre asfalto. Fue en 1964 cuando Paddy Hopkirk y su copiloto Henry Liddon ganaron el Rally de Montecarlo a bordo de su Mini Cooper S con el número 37, el cual contaba con un motor de 4 cilindros de 1,071 cc y 90 hp, con el que lograron superar los motores de 6 cilindros y V8 de sus competidores. Posteriormente, llegaron victorias en años subsecuentes como los de Mäkinen, Aaltonen y Hopkirk, también conocidos como los “Tres Mosqueteros”, quienes dominaron el mismo rally en 1966 y 1967.
Además, pilotos campeones de Fórmula 1 como Niki Lauda, Jackie Stewart, Graham Hill, John Surtees, Jochen Rindt, y James Hunt acumularon sus primeras experiencias en el mundo de las competencias tras los mandos de un Mini. Ya en años recientes, las victorias consecutivas del MINI ALL4 Racing vinieron de 2012 a 2015 en el Rally París-Dakar.
Hoy en día, la pasión por las competencias de clase mundial continúa en eventos como la Carrera Panamericana 2016, donde por primera vez se abrirá una categoría especial para MINI, denominada MINI Panam Challenge, en el que el MINI Cooper S abrirá los tramos de velocidad durante los siete intensos días de competencia, cruzando algunas de las ciudad más icónicas de nuestro país.