Eliminará de forma total la tenencia de automóviles a partir del 2012
Eliminará de forma total la tenencia de automóviles a partir del 2012, anunció el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa y dejó a las legislaturas estatales la decisión de determinar si ese impuesto u otro similar lo aplican a nivel local.
Que la industria, por su fuerte vinculación al sector externo de la economía y por su enorme sensibilidad al ingreso de los consumidores, fue una de las más afectadas por la crisis internacional del año 2009. Por lo que el Gobierno Federal instituyó varios planes de apoyo a esta industria, entre ellos el quitar el Impuesto Federal de la Tenencia.
El mandatario comentó que la buena noticia, para todos los mexicanos, «Es que el próximo paquete de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de la Federación será uno que claramente ponga fin, el primero de ellos que ponga fin al Impuesto Sobre Tenencia. Dicho en otras palabras, que eliminaremos totalmente la tenencia de automóviles a partir del próximo año, y queda ya a las legislaturas estatales determinar si ese impuesto u otro similar lo aplican a nivel local».
«Tal como nos habíamos comprometido, al 31 de diciembre del 2011, para apoyar a los consumidores y a las empresas que ustedes representan, en aquellos graves momentos de la crisis económica, desde junio del año pasado publicamos un decreto por el cual el Gobierno Federal apoya con el pago de su tenencia a los consumidores que decidieran adquirir un coche nuevo»
Por su parte Eduardo Solís, presidente de la AMIA dijo que el mercado interno tiene un potencial de atraer importantes nuevas inversiones y crear 400,000 empleos adicionales si hacemos bien nuestra tarea para fortalecer nuestro mercado interno. Tenemos un potencial de más de un millón de vehículos adicionales que se pueden vender en nuestro país con la importante renovación vehicular que ello implica. Por su tamaño, este ampliado mercado, si justificaría incrementar de manera importante la producción en nuestro país para atenderlo.
“Confiamos en que el estándar que aplique a los vehículos nuevos en nuestro país, permita un balance con la realidad de la capacidad económica que tiene nuestro mercado. Una aspiración de norma muy elevada solo tendría el efecto de que los compradores de vehículos se muevan hacia el mercado de vehículos usados, nulificando el efecto de eficiencia energética”, concluyó el dirigente de AMIA