Bloodhound SSC (Super Sonic Car)
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Bloodhound SSC (Super Sonic Car)

El auto del futuro, el más rápido del mundo

Presentan en el festival aeronáutico internacional de Farnborough la maqueta del Bloodhound SSC (Super Sonic Car). Un coche supersónico que a finales de 2011 tratará de pulverizar el actual record de velocidad de un vehículo con ruedas.

Dicho record es de 1997 del Thrust SSC, que en manos del piloto de la RAF, Andy Green, rompió la barrera del sonido hasta llegar a los 1223 km/h.

Tiene 13 años que  en Black Rock en el desierto de Nevada se rompiera este  record, ahora para este nuevo intento escogieron Sudáfrica, en la llanura de HakskeenPan (de ahí que lleve en la parte frontal lleve la bandera africana). El Bloodhound SSC es un proyecto que nace de los mismos creadores del Thrust SSC. Glynne Bowsher, Ron Ayers y Jeremy Bliss dirigidos por Richard Noble, quienes decidieron con motivo del décimo aniversario de su record, que era tiempo de volver a intentarlo.

El Bloodhound SSC es un vehículo de ruedas-avión-cohete sin alas, parece sacado de un comic futurista. Como motor primario contará con un turbina EJ-200, la misma que utiliza el Eurofighter (10 toneladas de empuje). Esta se encarga de llevar a este misil a velocidad de hasta 500 km/h. Mientras que para conseguir el empuje necesario para rebasar la velocidad del sonido, y llegar a cifras de record, se recurre a la propulsión de un cohete (12.5 toneladas de empuje).

Las ventajas que tiene sobre su predecesor el Thrust SSC, es que tiene menor peso. El modelo que batió el record en  1997 alcanzaba las 10 toneladas de peso mientras que el nuevo modelo “adelgaza” hasta las 6 toneladas gracias a la utilización de materiales más ligeros y a una estructura más sencilla. Menos peso equivale a menos combustible para alcanzar las velocidades de record. Menos combustible, vuelve a equivaler menos peso total.

Mejoraron su sistema de tracción y el soporte de las cuatro ruedas. Es muy importante la estabilidad debido a que rompe la barrera del sonido, lo que pone a prueba la resistencia, estabilidad y dirección.

En el caso de las ruedas fueron fabricadas en titanio, aptas para la llanura seca donde se correrá el vehículo.

Se estima que el Bloodhound SSC tardará 42 segundos en alcanzar los 1.600 km/h. A partir de ese punto, tres serán los sistemas de frenado. El primero los flaps que podemos ver en un avión al aterrizar. Estos permiten hacer descender la velocidad hasta los 1.000 km/h.

El segundo sistema de frenado son dos paracaídas ubicados en la parte posterior del vehículo. Si estos fallan, existe un tercero de emergencia. Con ellos se consigue frenar al Bloodhound SSC hasta los 350 km/h, momento en que entra en funcionamiento un sistema de frenado por fricción, al más puro estilo vehículo de calle.