En México, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), únicamente 24.8% de los adultos cuenta con algún tipo de póliza y, de la población no asegurada, 13 millones de personas desconocen cómo funcionan los seguros o dónde contratarlos.
Blanca Velázquez, directora Metropolitana de Quálitas, compartió que “contar con un seguro se ha convertido en una necesidad. Sin embargo, al ser un producto financiero, puede prestarse a que algunos delincuentes engañen a la gente mediante la venta de pólizas fraudulentas que terminan por dañar el patrimonio de las personas”.
Estos estafadores actúan de diversas maneras, principalmente embaucan mediante redes sociales o sitios web falsos en los que se hacen pasar por agentes de seguros logrando que, por desconocimiento, la gente caiga en sus engaños.
“La persona interesada en contratar un seguro puede verificar los datos de la aseguradora en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES), así como la validez del contrato y si está registrado en el Registro de Contratos de Adhesión de Seguros (RECAS),” aconsejó Blanca Velázquez.
También es recomendable que se verifique que el agente se encuentre certificado ante la Comisión Nacional de Seguros, para ello se debe entrar a la página www.cnsf.gob.mx/Busquedas/Agentes.aspx e ingresar los datos solicitados como nombre y cédula.
Hay que tomar en cuenta que algunos defraudadores pueden llegar a rotular los vehículos para que estos se hagan pasar por autos de las empresas y su engaño sea más creíble.
La persona interesada en adquirir un seguro deberá cerciorarse de que el pago se realice únicamente a la cuenta bancaria de la aseguradora, no a nombre del agente ni de una persona física.
“En Quálitas, contamos con QMóvil, nuestra app que permite a las personas reportar un incidente vial y solicitar asistencia vial, para así saber la ubicación y datos de nuestro ajustador y seguir su recorrido en un mapa”.
Condusef recomienda leer con detalle el contrato antes de firmarlo y, sobre todo, entender cada una de las cláusulas, porque de esa forma se evitarán posibles conflictos cuando se requiera hacer uso del mismo.